martes, 17 de marzo de 2009

fotos barcelonesas






ayer estuve en Barna, haciendo fotos en el Pavelló Mies para el ibro que tengo en marcha, y viendo en la Fundació las copias vintage originales que tienen de las fotos BBB de 1929 (segun Tegethof de Sasha Stone). Son alucinantes, con una delicadeza en el detalle de la gelatina de plata o lo que sea impresionantes, y con un contraste que me maravilla. En fin, que subo unas fotos, distintas de esas, pero que creo no han quedado mal... [JVC]

jueves, 12 de marzo de 2009

¡encuentro filosofía-aqruitectura!




más info en www.interseccion.es

sábado, 7 de marzo de 2009

bienal de canarias


http://www.bienaldecanarias.org/index.php

esta es la web de la segunda bienal de canarias, que como sabeis se centra en arquitectura, arte y paisaje... y no se si debería ser en ese orden o en otro, pero bueno, dejémoslo ahí apuntado.
entre otras cosas, hoy hay una charla de kengo kuma... en fin, tarde pero mejor eso que nada...
y agradecer a francisco cevallos, que además anda liado participando en una acción interesantísima de la bienal su info!
[JVC]

http://www.elpaisajeexpandido.com/
http://www.youtube.com/watch?v=R5zTlUt8hBo

lunes, 2 de marzo de 2009

sobre pensar la arquitectura

lo otro : (de) la arquitectura
la investigación en arquitectura o cómo la arquitectura es ya investigación

Consideremos el problema del pensamiento arqui-tectónico. Con ello no pretendo plantear la arqui-tectura como una técnica extraña al pensamiento y apta quizá, entonces, para representarlo en el espa-cio, para constituir casi su materialización, sino que intento exponer el problema arquitectónico como una posibilidad del pensamiento mismo...
Jacques Derrida, “La metáfora arquitectónica” en No escribo sin luz artificial, Valladolid, Cuatro Ediciones, 1999, pág. 133.

La filosofía siempre se ha atenido a esto: pensar su otro. Su otro: lo que limita y de lo que deriva en su esen-cia su definición, su producción. [...] Límite/pasaje.
Jacques Derrida, “Tímpano” en Márgenes de la filosofía, Madrid, Cátedra, 1998, pág. 17.


¿Lo otro? ¿Su otro? ¿Y si lo otro de la filosofía no fuese sino la arquitectura? ¿Y si el sostén, el soporte, ci-miento y coronación, laberinto tal vez, desde luego espectro de la filosofía, aquello que marca el juego lí-mite/pasaje no viniese sino determinado por aquello que no es soporte, cimiento y coronación, laberinto ni espectro, sino sólo, sencillamente, arquitectura, es decir: instauración del juego de límite y pasaje, del lu-gar y dar lugar? ¿Es esto posible? ¿La instauración, decimos, como una arché? ¿Del pensamiento?
Lo otro: un pensamiento que precisamente por no ser una técnica ajena al propio pensamiento no puede servir para ser su materialización (su ilustración: aunque de la imagen de la arquitectura también tenemos que hablar, de la mirada arquitectónica que petrifica, acaso de Gorgona), para construir su es-tructura, para ser su metáfora (y tantas veces usada, la metáfora de la arquitectura), para ser un soporte. Aunque más bien es lo in-soportable. Lo insoportable del pensamiento (filosófico) mismo. No su apoyo, su referente, su traslación o su cimiento: sino lo otro del (su) soporte. ¿Su subjectil? Quizás sea una posibilidad del pensamiento mismo, o quizás sea la posibilidad del pensamiento mismo, el/lo otro del pensamiento (filosófico), su envés, su límite. ¿Qué sería entonces el pasaje de este límite? Límite y pasaje, experiencia de lo imposible, de aquello que excede al pensamiento como arquitectura, para ser, quizás, arquitectura que piensa. Curioso, pues: lo insoportable del pensamiento, aquello que ya no puede por más tiempo sos-tenerse es, al mismo tiempo, la producción del soporte, del sostén, del marco y del límite que nos constitu-ye como humanos, la arquitectura. Y su trasgresión, su pasaje. Quizás.

El propósito del presente texto es, o será, ofrecer una primera aproximación a esta cuestión, la de, si así podemos decirlo, la constitución de la arquitectura como pensamiento, la de la fundación (ojo a las metá-foras) de la arquitectura como soporte insoportable del pensamiento (filosófico), la de la otredad de la pro-ducción de arquitectura respecto a la construcción (filosófica) del mundo: la de la construcción de un texto (y una textura) no por la palabra sino por la propia construcción. Se dirá: ¿y la investigación? Aquí, ahora: pues en el fondo se trata, también, pero puede que principalmente de decir, con palabras, que la arquitectura, que toda arquitectura que lo sea es, por ello mismo, pensamiento, es pregunta sobre el mun-do, es experiencia (luego paso del límite, ex-peri), es investigación, es apertura del juego, condición de posibilidad. No es, arriba quedó escrito, metáfora de otra cosa, de un pensamiento más elevado, más enra-recido.
Se trata aquí de investigar, precisamente, sobre cómo la arquitectura investiga, y ello tratando de definir un espacio propio de investigación, un espacio otro, distinto de la pregunta propia de la tecnocien-cia, pero también de la de la escritura de las humanidades (o ciencias sociales) e incluso, acaso la más cer-cana, del arte. Construir ese espacio propio, decimos, que no deja de ser, ya lo hemos dicho, un espacio desapropiado: el espacio de la arquitectura es, además, incluso, el del pensamiento. Solo que la textura es aquí la del material, no la de la palabra... La tesis finalmente dice que la arquitectura, como soporte inso-portable del mundo y como doble fantasma del pensamiento (filosófico) no hace sino crear una textura, la textura del mundo, trama y urdimbre que aloja, sirve de soporte, permite y borra, se abre y se ofrece: da lugar al por-venir. Si lo hay.
El cómo esto se cuenta, se narra, se explica y se muestra en palabras es el quid de la cuestión, pie-dra de toque y clave de bóveda, aquélla que por su posición garantiza un límite. Investigación en marcha para mostrar cómo, cuando y donde, la misma arquitectura piensa, investigación que es la propia arquitec-tura. Quizás, quizás, quizás.
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