sábado, 13 de octubre de 2007

Taller proyectos curso 2007_2008
T3a : maría de la O del santo mora






Curso regular
De un tono apocalíptico adoptado recientemente en “arquitectura”

“Apokalupto: yo descubro, yo desvelo, yo revelo”, traducción griega del término hebreo gala, descubrimiento, desvelamiento : el velo alzado sobre la cosa.

Yo descubro como sujeto activo, algo que probablemente un tercero me muestra, un individuo o la propia naturaleza, descubro através de mi experiencoia perceptual, luego sensible, pero también descubro a través de mi experiencioa intelectual, luego inteligible.
Yo desvelo compaginando mi sujeto que actúa con algo que se me da desvelar a través de un tercero, que me muestra a través de algo que se intuye, que me seduce a través de su trasparencia, una trasparencia mediante la cual se adivina, se desdibuja una apariencia, apariencia borrosa, blur, deslimitada, des-contorneada, y detrás, tras el velo, un velo que participa de una materialidad ligerísima, de una textura sutil. Materia, textura, elementos de referencia.
Yo, finalmente, revelo, ahora ya sí como sujeto activo. Comparto con terceros algo que está oculto, oculto tras el velo, entonces no tan oculto, luego un secreto a voces, intuido. Intuición que seduce y que nos mueve, nos moviliza a descubrirla, y una vez algo mostrada, algo descubierta, nos con-mueve, nos mueve en compañía, nos mueve-con, nos con-mociona, ayuda a que nuestro ánimo se mueva, sacude nuestra conciencia. Como la arquitectura para Le Corbusier.
Acción-Pasión. Yo actúo – yo recibo la acción, la padezco. Algo de eso existe en torno al arte. El artista produce activamente. El receptor del arte, el observador, lo recibe, lo disfruta, lo padece, le place. Y aún así, ese padecimiento es devuelto a través de la obra, de nuevo al arte. Porque ¿en qué momento queda definida la obra de arte? ¿en el momento de su concepción?, ¿en el momento de su construcción?, ¿en el momento de su recepción?, ¿en el momento de su contemplación?, ¿en el momento de su contextualización?, ¿en el momento de su descomposición, de su ruina?.
Otra referencia: Contemplación de Yohanan, Apocalipsis de San Juan. El desvelamiento convertido en catástrofe (que se abatirá), en lo terrible y espantoso, en la devastación externa, pero también, aún, en lo misteriosos, lo enigmático, lo oscuro (ver rale). Doble camino, lo que se desvela y por lo tanto revela implica siempre el tiempo del porvenir : la devastación externa y el velo alzado sobre la cosa, ambos entonces sobre la misma cosa, implican un tiempo que no es el presente, sino siempre el porvenir. Ven : un ven que precede y llama al evento : “ven” es el lugar, aunque lugar no es sino una palabra aquí muy enigmática, de aquello que a la vez permite e impide el evento, el acontecimiento : lo radicalmente nuevo, la catástrofe de lo actual, el alzamiento del velo. Un origen sin origen más original. Yo vendré : la venida está siempre, por definición, por venir.
Si la referencia en el título a Derrida además de obvia no es casual (D’un ton apocaqliptique adopté naguére en philosophie), con una cadena textual que se remonta a Kant (“Sobre un tono gran señor adoptado recientemente en filosofía”), no lo es tampoco su traslado a la arquitectura. Un cambio de tono, de matiz. Un palimpsesto. Una re-escritura matizada. Matizada en el contenido, matizado su contenido a través del tiempo, del espíritu del tiempo, del espíritu de cada tiempo, zeitgeist. Y a la vez, algo que anuncia, que nos prepara, que nos pone en aviso, por lo que pueda pasar, nos previene, nos pre-viene de lo por-venir.
Por tanto: explorar, mediante la arquitectura, las relaciones entre lo que se desvela, el misterio del desvelarse, la catástrofe que produce, la posibilidad del porvenir. Ello, evidentemente desde un pensamiento que es la arquitectura, desde el proyecto y sus herramientas que son su escritura. Y creemos es la arquitectura una forma privilegiada de pensar este término, apokalupto, puesto que nos permite pensar simultáneamente el tiempo y el espacio, y nos muestra, desde la ruina al proyecto, la juntura o el quicio fuera de lugar del tiempo por venir. ¿Es otra cosa la arquitectura que un dar lugar al por-venir? ...

Ejercicios
Como ya se ha comentado, es este un curso de investigación, de experimentación, un curso de procesos antes que de resultados, un curso en que la libertad del proyecto arquitectónico genere caminos, nuevos y personales, una cierta escritura personal del espacio. Esto se hace desde luego desde el dibujo, [Miguel Angel Buonarroti: “Yo respondo que se pinta con el cerebro y no con las manos”], desde el trabajo manual en maqueta, pero también desde el entendimiento de la arquitectura como un hecho fundamentalmente construido.. De esta manera, la atención a los procesos técnicos y tecnológicos que construyen la arquitectura, la “construcción”, la “estructura”, las “instalaciones” trabaja en paralelo, si es que no es lo mismo, con la atención digamos “proyectual”. El resultado final, la arquitectura, y aunque sea obligadamente solo dibujada, ha de ser una construcción, pues no puede ser de otro modo : no hay (no “se da”) arquitectura sin su construcción. En este sentido, los tres ejercicios del curso, también por duración temporal, irán progresivamente desvelando esta arquitectura como construcción, que llegará a su apogeo en el último de ellos, que se quiere (casi) un proyecto de ejecución, como también irán reflejando una interrelación cada vez más estrecha de la arquitectura con el lugar.
¿Cómo se articula esta investigación que es desvelamiento? Desde las artes, desde la reflexión espacial del arte, desde la participación de las artes del concepto de diseño, disegno. Fusión entre lo sensible y lo inteligible, entre la experiencia perceptual y la experiencia intelectual, un entre no olvidemos experimental. Y las artes en el espacio y en el tiempo. Para abordar este curso, entonces, vamos a situar un velo intermedio, que muestra tanto como oculta, un velo de seducción (en dos direcciones) que es el velo de la reflexión desde el arte, desde las artes, desde el espacio en/de las artes. No se trata, evidentemente, de representar un espacio que se presenta en un medio artístico como ya dado como arquitectura a construir. Se trata más bien de reflexionar sobre las relaciones espaciales que se establecen, su configuración, su profundidad, su medida de la realidad, y repensar desde medios estrictamente arquitectónicos estas relaciones espaciales, entre personajes, entre lugares, entre sonidos. No olvidando, claro, que estas “espacializaciones” se dan en el tiempo, y que los tiempos entre las distintas artes y entre estas y la arquitectura son muy distintos, participan de matices diversos, de su tono característico.
Proceso y resultados conjuntamente, espacio y tiempo, ser y tiempo - ser y espacio : siempre una reflexión que permita poner de manifiesto la potencia de un pensamiento de la arquitectura, de una (su) escritura del espacio.

Primer ejercicio : Entrega final : viernes 16 de noviembre de 2007
Tema : A partir de las premisas de partida del curso propuestas para su análisis y reflexión, para su síntesis, su sintetización casi química, su destilación, con el objeto final de hallar su esencia, de extraerla, de robarla, de descubrirla tras el velo, de desvelarla, proponer a modo de des-velamiento anticipado un concepto en forma de palabra. Una palabra. Palabra que se escribe, palabra que se pronuncia. Lenguaje, habla, conceptos sobre los que reflexionar. Conceptos que dan lugar al pensamiento a través de su conocimiento. Percibir-Conocer-Pensar. Una palabra que resuma para cada alumno individualmente su propuesta personal de investigación, de experimentación para el presente curso. Una palabra sobre la que se pueda
re-escribir su conceptualización mediante distintos tonos. Y uno de ellos, el tono arquitectónico. El tono característico de lo arquitectónico. Palabra que dé lugar. Palabra que se haga espacio. El alumno debe plantear una propuesta de espacio para su palabra.
Descubrir – Desvelar - Re-velar su espacio asociado a su palabra.
Materia y sustancia. Contenido y continente. Significado-significante. El alumno debe investigar-experimentar entre referencias que le ayuden a convocar las sinergias latentes entre lenguaje y arquitectura, entre arquitectura y escritura. Y, finalmente, pro-poner el espaciamiento, poner en pro, proyectar; pro-poner el dar lugar, el acontecimiento de su palabra.
Palabra que se hace espacio

Se trata de un ejercicio rápido, que busca la sugerencia espacial y la chispa temporal como sus privilegiados medios de acceso a la arquitectura, y que se sitúa como una entrada en materia del curso.



taller_proyectos_curso_2007_2008


universidad sek, segovia


T5a : josé vela castillo



Curso regular


De un tono apocalíptico adoptado recientemente en “arquitectura”



“Apokalupto: yo descubro, yo desvelo, yo revelo”, traducción griega del término hebreo gala, descubrimiento, desvelamiento : el velo alzado sobre la cosa.



Contemplación de Yohanan, Apocalipsis de San Juan. No deja de ser curioso: el desvelamiento convertido en catástrofe (que se abatirá), en lo terrible y espantoso, en la devastación externa, pero también, aún, en lo misteriosos, lo enigmático, lo oscuro (ver rale). Doble camino, lo que se desvela y por lo tanto revela implica siempre el tiempo del porvenir : la devastación externa y el velo alzado sobre la cosa, ambos entonces sobre la misma cosa, implican un tiempo que no es el presente, sino siempre el porvenir. Ven : un ven que precede y llama al evento : “ven” es el lugar, aunque lugar no es sino una palabra aquí muy enigmática, de aquello que a la vez permite e impide el evento, el acontecimiento : lo radicalmente nuevo, la catástrofe de lo actual, el alzamiento del velo. Un origen sin origen más original. Yo vendré : la venida está siempre, por definición, por venir.


Si la referencia en el título a Derrida además de obvia no es casual (D’un ton apocaqliptique adopté naguére en philosophie), con una cadena textual que se remonta a Kant, no lo es tampoco su traslado a la arquitectura. Hay algo así como un tono, un aire soberbio y enceguecido que exhala la producción arquitectónica actual, a pesar de las advertencias, de los falsos anuncios también, a podrido : una manera más que un tono, un manierismo que no hace sino anunciar la muerte de la arquitectura.


Por tanto: explorar, mediante la arquitectura, las relaciones entre lo que se desvela, el misterio del desvelarse, la catástrofe que produce, la posibilidad del porvenir. Ello, evidentemente desde un pensamiento que es la arquitectura, desde el proyecto y sus herramientas que son su escritura. Y creemos es la arquitectura una forma privilegiada de pensar este término, apokalupto, puesto que nos permite pensar simultáneamente el tiempo y el espacio, y nos muestra, desde la ruina al proyecto, la juntura o el quicio fuera de lugar del tiempo por venir. ¿Es otra cosa la arquitectura que un dar lugar al por-venir? Creemos que no.



Ejercicios


Como ya se ha comentado, es este un curso de investigación, un curso de procesos antes que de resultados, un curso en que la libertad del proyecto arquitectónico genere caminos, nuevos y personales, una cierta escritura personal del espacio. Esto se hace desde luego desde el dibujo, desde el trabajo manual en maqueta, pero también desde el entendimiento de la arquitectura como un hecho fundamentalmente construido. De esta manera, la atención a los procesos técnicos y tecnológicos que construyen la arquitectura, la “construcción”, la “estructura”, las “instalaciones” trabaja en paralelo, si es que no es lo mismo, con la atención digamos “proyectual”. El resultado final, la arquitectura, y aunque sea obligadamente solo dibujada, ha de ser una construcción, pues no puede ser de otro modo : no hay (no “se da”) arquitectura sin su construcción. En este sentido, los tres ejercicios del curso, también por duración temporal, irán progresivamente desvelando esta arquitectura como construcción, que llegará a su apogeo en el último de ellos, que se quiere (casi) un proyecto de ejecución, como también irán reflejando una interrelación cada vez más estrecha de la arquitectura con el lugar.


¿Cómo se articula esta investigación que es desvelamiento? Desde las artes, desde la reflexión espacial del arte, de tres artes aquí en concreto: cine, relato, música. Para abordar este curso, entonces, vamos a situar un velo intermedio, que muestra tanto como oculta, un velo de seducción (en dos direcciones) que es el velo de la reflexión desde el arte, desde las artes, desde el espacio en/de las artes. No se trata, evidentemente, de representar un espacio que se presenta en un medio artístico (cine, relato, música) como ya dado como arquitectura a construir. Se trata más bien de reflexionar sobre las relaciones espaciales que se establecen, su configuración, su profundidad, su medida de la realidad, y repensar desde medios estrictamente arquitectónicos estas relaciones espaciales, entre personajes, entre lugares, entre sonidos. No olvidando, claro, que estas “espacializaciones” se dan en el tiempo, y que los tiempos entre las distintas artes y entre estas y la arquitectura son muy distintos.


Proceso y resultados conjuntamente, espacio y tiempo, ser y tiempo : siempre una reflexión que permita poner de manifiesto la potencia de un pensamiento de la arquitectura, de una (su) escritura del espacio. Tres palabras finales, ya pronunciadas, doblan lo ya dicho : metáfora, límite, experiencia. Palabras del movimiento y la traslación, del cruce y del proceso, del tercio incluso y de la x sin x, hablan del (im)posible ejercicio de la arquitectura.



Primer ejercicio : Entrega final : viernes 16 de noviembre de 2007


Tema : A partir de la película In the mood for love del cineasta hongkonés Won Kar Wai, se trata de desvelar desde lo arquitectónico el espacio en que se mueven sus dos personajes principales en el ámbito de lo doméstico. Para ello se partirá de un primer análisis del individuo protagonista, de cada uno de ellos, para crear un primer espacio de intimidad que le pertenece a cada uno (una cierta célula espacial), que luego ha de irse expandiendo en su relación entre ellos, con el resto de personajes presentes, y con los dos contra-personajes ausentes (o solo presentes como voz en fuera de campo) de la película. No se trata de redibujar, por ejemplo, el apartamento de cada uno de ellos, o los espacios comunes de encuentro en el edificio, o sus lugares de trabajo, o la habitación de hotel 2046... Más bien se trata, desde estas primeras células individuales, su segunda piel arquitectónica diríamos, establecer cómo son sus relaciones, espaciales y temporales, en la construcción bien de espacios mayores, bien de territorios de relación en que acontezca su pasión. El resultado será una arquitectura, con cierta relación con un espacio de lo doméstico, creada no desde su uso, función, construcción, sino desde su espacio razón de ser.


Se trata de un ejercicio rápido, que busca la sugerencia espacial y la chispa temporal como sus privilegiados medios de acceso a la arquitectura, y que se sitúa como una entrada en materia del curso.



Segundo ejercicio : Entrega final : a determinar (mediados / finales de febrero de 2008)


Tema : El cine, la narración más visual, puesto que muestra con claridad unos escenarios (aunque los muestra en la misma medida que los oculta, claro), da paso a la narración escrita. Un espacio contado, más sugerido que explícitamente descrito, un espacio también de lo mágico y lo misterioso, nos ha de servir para explorar dos aspectos a escalas mayores : la del lugar y el territorio de la célula dentro de lo urbano. No quisiera decirlo así, pero transijamos : la escala del edificio. O mejor, la de la relación entre individuos no solamente marcada, aunque también, por lo individual y lo personal. El espacio de lo ausente de alguna manera en el texto.



Tercer ejercicio : Entrega final : viernes 23 de mayo de 2008 (provisional)

Tema : De lo más general a lo más concreto y viceversa, en un doble recorrido de Apocalipsis y revelación, la reflexión más abstracta del espacio en la música permitirá mostrar la arquitectura más cercana y construible. A partir de una composición clásica, en la que armonía y contrapunto se interrelacionen, estas relaciones espaciales del sonido han de producir la contrapartida de unas relaciones espaciales que definan un objeto : un pequeño pabellón temporal y móvil para interpretación del “espacio” (como de la “música”), en la ciudad de Segovia. Aquí, la segunda variable es evidente : el lugar físico, la ciudad reconocida y reconocible, el espacio de las relaciones comunales se convierte en intérprete privilegiado del espacio musical. Y de forma análoga a como el intérprete (pongamos el pianista) da vida a una partitura, la arquitectura (de la ciudad) interpreta a la vez un espacio y un tiempo . el de la música, el de lo urbano.

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